jueves, 19 de febrero de 2009

Miradas

Nunca pensé que una mirada pueda llegar a demostrar tanto. Que un par de ojos marrones puedan indicarme un estado de ánimo, una caricia y hasta las ganas de besar.
Eso me pasa con él, con su mirada. Me demuestra todo eso y más. Me produce cosas, infinitas cosas que me hacen sentir viva. Me da ternura, placer, compasión. Y me gusta que sea así.
Me gusta cuando me mira para ver como estoy vestida, cuando me mira y se muerde los labios indicando que le gusto, cuando me mira y está a punto de explotar de placer. Cuando lo hace de reojo y se sonrié pícaro mientras caminamos de la mano, deseando que no se termine más el día.

Su mirada me indica si algo anda mal, si está triste o preocupado. Si mis palabras y mis gestos no le gustan o si me pierdo en su sonrisa. Su mirada es lo más profundo que ví hasta ahora. Más profundo que el mar...