lunes, 7 de diciembre de 2009

Qué difícil es escribir cuando todo está en orden y no hay nada porqué quejarse!

jueves, 8 de octubre de 2009

Músiquita (II)

"pienso en tí con mis manos..."

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Palabras a un amigo

Quiero salir corriendo pero no sé a donde,
necesito refugiarme en brazos amigos
y llorar en esos hombros conocidos de penas anteriores.
Tengo la necesidad de esa caricia que ayuda
y de esas palabras susurradas al oído que calman.

Desespero, todo me abruma en este momento,
sin embargo, esa persona siempre está
para detenerme y ayudarme a respirar, a pensar, a buscar una solución.
Si es necesario llora conmigo y hace todo lo posible para entenderme.

Hay veces que quisiera tenerlo en mi mesita de luz,
para poder escuchar algún consejo antes de dormir.
Otras, quiero que sea un fantasma capaz de pasar por mi mente
para que lea lo que estoy pensando.

Agradezco, que te hayas cruzado por mi camino
y por atenderme cada vez que te solicito.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Un Año

Un año. A year. Un anno.

365 días, o tal vez uno o dos más.

Miles de minutos. Millones de segundos.

Una salida, única e inolvidable. Varios litros de cerveza, otros pocos de vino y algunos centimetros cubicos de Gin Tonic.

Horas y horas de charlas sobre la vida, literatura y sueños.

Noches de sexo y mensajes de texto deseando suerte por algún motivo.

Todo eso compartimos en un año. Aunque no signifique nada, aunque nunca debí esperar nada, aunque todo esto sea nada. Sólo tiempo perdido.

Sin embargo, no pierdo esperanzas, aunque decaiga de vez en cuando, sigo acá.

Inutilmente ilusionada.

Brindo con otra ginebra por este primer año de nada y espero que sean unos cuantos más.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Frase Matadora

"Yo soy la chica que no te animas a querer"

Eso le dijo Barbie a Ken en una de sus discusiones cotidianas por el antiage.

lunes, 31 de agosto de 2009

....

Mirarse los pies constantemente es sano para el corazón... éste no se distrae y es más difícil que se rompa!





jueves, 27 de agosto de 2009

Una historia sin final feliz

Hoy estaba acordándome de lo que pasó ese día. Ese día estaba ansiosa, iba a conocer a la chica con la que venía hablando todas las tardes a las dos, desde el ciber de la esquina.

Ray me conoce hace dos años, desde que me mudé y no dejé de ir ni un solo día a su local para conectarme y ver si algún casting salía. En una de esas tardes de aburrimiento me hice una cuenta en una de esas páginas de citas y allí la encontré.

Morocha, de pelo ondulado y sonrisa contagiosa. Me agregó al msn y hablamos por una semana. Ray intentaba entender desde su mostrador porqué de repente mi sonrisa se había extendido y porqué iba tan entusiasmada a su negocio. Fue una semana alucinante.

El viernes por la tarde por fin decidimos encontrarnos y conocernos, ambas con deseos de gustarnos en el face to face y poder pasar más de una noche juntas.

Por mala suerte no pude contarle de ella a mi psicóloga, seguramente estaba disfrutando de la vista que le brindaba la ventana de alguno de sus conventos que ella suele visitar cuando está de vacaciones. Pero la verdad es que no me importó, me sentía plena, feliz, con ganas de que todo salga bien.

Todo pasó muy rápido esos días, así que cuando menos me lo imaginé ya era hora de encontrarme con ella. Habíamos quedado en encontrarnos en un lugar donde hacen fiestas en San Telmo, la condición para reconocernos era llevar un globo rojo, cómo si fuéramos parte de una novela.

Esa noche me vestí más punk que nunca y le pedí a Chúcaro, un amigo, que me acompañara. Ninguno de los dos sabíamos qué tipo de fiesta era hasta que llegamos ahí. Se escuchaba cumbia colombiana desde la puerta. No nos decidíamos si entrar o quedarnos ahí. Al final entramos y observamos el lugar. Yo, Rodolfa, me había equivocado de personaje y de disfraz para esa noche, tenía que haber llevado mi pollera hindú y mi pañuelo multicolor en la cabeza (si, eran todos hippies).

Mi amigo fue en busca de una cerveza ($5 el litro, una ganga), mientras que yo inflaba mi globo rojo. Chúcaro volvió, buscamos un lugar para sentarnos y empezamos a fumar. Ninguno de los dos la encontrábamos y yo me empezaba a desilusionar; tenía muchísimas ganas de conocerla, y si llegaba a ser como en la foto, hasta besarla no pararía.

Cuando dejamos de buscarla, pinchamos el globo con el último cigarrillo que teníamos y fuimos a bailar. Después de un rato, la sed nos atormentó de golpe, por lo tanto, una cerveza más pasó por nuestras gargantas (ya para esa hora, era como la cuarta).

Fuimos a la barra y ahí estaba, radiante. Le dije a mi amigo que me esperara un ratito y me acerqué a ella. “Una pregunta, vos sos Fiorella?” le dije, ella me miró y me dijo “Rodo!! Hola!!” y me abrazó cómo si nos conociéramos de años y besó mi mejilla como nunca nadie la había besado, pude sentir el diámetro de sus labios. Después de ese saludo espectacular, me convertí en una “banana” diciéndole que era muy linda y que tenía muy lindos ojos. Me odié por haber dicho eso.

Ella estaba con sus amigos, quienes nos invitaron con fernet y porro, la noche se prestaba y hacía mucho que no fumaba uno de esos en compañía, así que acepté. Nos quedamos un rato, pero la fiesta terminó temprano, así que alrededor de las 4 am decidimos partir hacia nuevo rumbo.

Eramos un grupete de unas ocho personas y por voto se decidió ir a un bar en la misma cuadra donde está Mitos Argentinos, preguntamos si podíamos pasar gratis y no nos dejaron. Luego de un debate entre los ocho en la puerta del bar, terminamos en Plaza Dorrego, abriendo dos Michel Torino Abocado (el de etiqueta azul) y compartiendo otro churrito. Allí hablamos y escuchamos cantar a los viejos borrachos que rondaban la zona.

A todo esto, con Fiorella habíamos intercambiado sólo unas pocas palabras y lo máximo que habíamos llegado a hacer fue caminar tomadas de la mano.

Dos horas estuvimos en la plaza, pude sacar nuevos personajes para interpretar, ahora conocía lo que piensan los borrachos. Pero yo, Rodolfa, quería estar con ella, hablar, conocerla y llegar a sus labios de alguna manera. Le dije si no íbamos otro lugar y así fue, pero con la compañía de su mejor amigo, que no la dejaba ni a sol ni sombra. Caminamos unas cuadras por Defensa yendo para Av. De Mayo. Pasamos Av. Belgrano y Fiorella pidió parar. Nos sentamos en la puerta de un viejo edificio y armó otro cigarro. Yo no podía creer cómo fumaba esta chica. La acompañamos y hablamos de todo.

Finalmente, logramos llegar a Av. De Mayo y tomamos el mismo bondi, por fin estuvimos solas y sólo hubo un silencio incómodo entre las dos. Yo, Rodolfa, no sabía donde estaba parada, quería llegar a mi casa como fuera, estaba super cansada, borrada, drogada y sobre todo desilusionada de esa noche que parecía prometedora. Me bajé del colectivo a dos cuadras de casa y ella siguió viaje. No hubo beso, solo un “ buena suerte y hasta luego” cómo en la canción de Calamaro.

Esa noche no salió como quería, terminé en casa sola, con tremendo bajón y con una llamada de mi madre a las 8 am, preguntándome si iría a comer a su casa ese día.

martes, 25 de agosto de 2009

A corazón contento, panza llena.

Siempre fui al mismo bar a estudiar, desde que rendí las últimas materias del secundario y no lograba concentrarme en casa. Siempre los mismos mozos, las mismas mesas, los mismos viejos discutiendo de política a las cinco de la tarde en punto. En años nada cambió, tal vez algún vaso que se rompió pero nada más.
Ese día rendía la última materia para recibirme, tenía todo el miedo del mundo, no quería estudiar sólo terminar con toda esa locura para poder recibirme y listo.
Saqué los apuntes, lo llamé a José (el mozo que atiende siempre) y le pido lo de siempre. Estuve leyendo concentrada hasta que llegó él, una hora después de que yo me sentara a la mesa.
Él, veintipico de años, lindo chico. Sacó sus apuntes, su cuaderno justo en la mesa de enfrente y se sentó mirando hacia donde yo estaba. Diecisiete horas o'clock, llegan los muchachos a hacer su típico debate político, les pido por favor que no levanten mucho la voz, que estaba nerviosa, que necesitaba concentrarme y que era mi último final. Ellos me felicitaron y prometieron no molestarme demasíado. Él, miraba atento todo lo que yo hacía y decía.
Había pasado media hora cuando empiezo a escuchar el ruidito de una bolsita de nylon. Empiezo a buscarla con la previa histeria característica a rendir un examen. Hasta que descubro que provenía de entre sus manos y su mochila y de a poco se empezó a vislumbrar una torta frita. De la nada, sin que yo se lo preguntase me dice - “es que no hay cómo las que hace mi vieja, ya se lo dije a José”. Lo miré consternada, no lo entendía, ni tenía ganas de hacerlo.
Después de esa situación empecé a ver mi pastillero con mucho cariño. Mis nervios estaban al borde del colapso y este se venía a hacer el canchero. Preferí buscar una solución más sana, respiré hondo una, dos, tres... diez veces, hasta que logré retomar el estudio. Sin embargo, cada dos minutos se escuchaba como masticaba la crugiente torta frita hecha por su madre.
Llegó un momento en que no lo soporté más y tiré una mirada fulminante, llena de odio. Él se río y me saludó con la mano. Yo lo quería matar.
Sin que me de cuenta llamó a José y le pidió un platito. Aunque no lo crean, aunque yo no lo crea, me regaló dos tortas fritas para acompañar mi capucchino. Lo único que atiné a decirle, y sólo porque soy educada, fue “gracias”.
Ya se acercaba la hora del final, así que decidí irme. Terminé mi interminable capucchino y las tortas fritas de su madre, saludé a los muchachos y a José. A él le volví a agradecer y todos me desearon suerte.
Obviamente, me fue bien y me recibí, ahora me dicen licenciada. Pero lo extraño de todo esto es que unas semanas después paso por el bar y lo veo a él estudiando. Sin dudarlo entré, saludé a todos y me siento en la mesa de él. Lo primero que le pregunté fue si todavía le quedaban algunas de las tortas fritas de su madre. Desde entonces, no nos separamos más.

sábado, 22 de agosto de 2009

Musiquita!

La escuché y me encantó...

espero que la disfruten...

jueves, 30 de julio de 2009

Actriz

Mi semblante está intacto, ningún músculo de la cara se estremece, ni tiembla, ni da señal de vida. Vos seguís en tu trabajo de dar placer y de obtenerlo. No entendes nada de lo que sucede, cómo es posible que ni siquiera un gemido salga de mi boca y que lo único que te indique que estoy viva son mis movimientos, precisos, yendo al unísono con los tuyos.
Tu cara, se va poniendo pálida de a poco, sólo sobresalen tus labios, rojos de tanto besar, voluptuosos. Tu mirada intenta interrogarme, quiere saber lo que me pasa, pero mis ojos están vacíos, un velo los recubren para no decir la verdad.
La verdad es que me gustas, que esta situación es algo que venía soñando hace mucho tiempo, pero no quiero ilusionarme, tengo miedo que no funcione, que me lastimen... en fín...
Por eso actúo, por eso me convierto en una muerta viva y sólo me dejo llevar.

Y vos, explotas.

sábado, 18 de julio de 2009

extrañando...

martes, 30 de junio de 2009

Soy una obsesiva compulsiva cuando intento saber de vos...

jueves, 25 de junio de 2009

Otra vez

Caí de nuevo, tus brazos fueron mi tentación, pero no me recibiste al caer. Caí, me tropecé mirando tus ojitos, quise rozar tu piel mientras caía pero no pude, eras un espejismo.
Quise abrazar tu cintura, acurrucarme al lado tuyo, pero era un sueño y me desperté en mi cama con espacio de sobra y con frío alrededor.

Me enamoré, o eso creo. Mi corazón palpita cada vez más fuerte si te siente cerca, si escucha tu nombre o ve tu foto. Pero tengo esa advertencia, que me impide ser tal cual frente a vos, me limito, digo menos cosas de las que quisiera decir, reduzco mis gestos, hago que no me interesas, pero no.

Me muero de miedo, me gustaría que estés cerca para cuidarme...

jueves, 11 de junio de 2009

nunca nos vimos con la luz del día...

sábado, 6 de junio de 2009

Su boca es deliciosa y se disfruta más si sus ojitos de hermosas pestañas brillan a la par. Se extraña cada instante su mano reposando en el hombro izquierdo y sobre todo cuando se lee algo que se sabe que le va a gustar.

Hay distancias, hay momentos, hay sueños que lo recuerdan.
Hay distancias, hay momentos, hay sueños que lo alejan.
Hay distancias, hay momentos, hay sueños que lo vuelven un tesoro difícil de encontrar.

Es un ser que se encuentra de vez en cuando, que no está siempre, que viene y se va según su gustos y sus ganas. Que besa con miles de besos itinerantes y que duele cuando dice algo de más.

Hay distancias, hay momentos, hay sueños que lo atrapan.
Hay distancias, hay momentos, hay sueños que lo aman.
Hay distancias, hay momentos, hay sueños que lo apartan.

Él está ahí aunque no se lo vea y aunque no se lo busque siempre se presenta en alguna situación, en algún momento, en algún sueño. Y se disfrutan sus besos itinerantes y sabrosos y más si sus ojitos brillan a la par.

martes, 2 de junio de 2009

Soy FAUVE.


(y amo serlo)

miércoles, 27 de mayo de 2009

Insaciable.

lunes, 25 de mayo de 2009

Afrodita

Estoy rodeada, los tengo a los tres, me siento Afrodita seduciendo sin parar. Hablo a uno, miro con complicidad al otro, acaricio al tercero. Los tres buscan tenerme, me resisto pero juego a que ellos luchen por eso. Soy su objeto de deseo, y a pesar de pensar que en general detesto que me traten como tal, viniendo de ellos no solo lo permito, sino que también me agrada, me entusiasma, me excita.
El primero saca una espada, la empuña con todo el vigor de su virilidad, los otros dos los segundan y comienza una batalla frente a mi, por mi. Derraman sangre por toda la habitación, salpicándome, manchando mi piel y las pocas vestiduras que llevo. Luchan, se hieren entre ellos, hasta darse muerte simultáneamente.
Ahora me lamento, por no haberlos usado, por no haber aprovechado esa situación, por no haberme divertido con ellos. Por no haber gozado.
Me limpio, me produzco y salgo a la búsqueda...

martes, 19 de mayo de 2009

Angustia

Pilas de libros, apuntes desparramados por todos lados, pensamientos confusos, ira, traición, ideas que no tienen forma pasan por la mente. Sangre, fluyendo en el interior, sin parar un segundo y esa música que altera los sentimientos, las ganas, la voluntad. Ese cuchillo, que no para de acercarse a la piel, que finalmente la traspasa, que la parte en dos y esa sangre que fluye con la lentitud en que la muerte la azota.
Desorden en su lugar, desorden en su vida, desorden por donde se mire y se piense. Desorden y enojo por no sentirse parte del lugar, por no entender lo que sucede alrededor, por no entender lo que le pasa.
Disconforme por lo que tiene, por lo que le falta, por lo que le sobra. Se va, se alegra de irse, siente que nunca más va a pasar por todo esto.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Delirios by msn!

Hay ciertos momentos en los cuales yo no respondo a la seriedad y me dejo llevar por conversaciones como ésta! disfrutenla!

viernes, 8 de mayo de 2009

Intolerante.

jueves, 7 de mayo de 2009

Me tomo 5 minutos y me tomo un té... mmm...no, mejor no... mejor me tomo 5 minutos y armo un post. Acá va algo cortito...


Aunque te hayas ido
quiero un beso furtivo
donde solamente
tus labios perduren en mi mente.

Aunque te hayas ido
dame un abrazo fingido
que me recuerde
porque esta relación se pierde.

Aunque te hayas ido
te extraño y no te olvido
hago sonar música que te borre
y sin embargo tu imagen no se diluye.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Posteo. (que no tiene nada que ver con el blog)

Hace unos días que quiero postear un par de cosas, no tengo tiempo, estoy llena de actividades que me consumen, sin embargo, me hice de un par de minutos para decir que:

ya sé que dije que las ediciones póstumas no son de mi agrado, que me parece una tremenda falta de respeto que publiquen cosas que el autor decidió, por una causa u otra, no dar a conocer y demás cosas....



pero...



les digo la verdad....



esto es muy tentador....



por lo tanto, el que sea tan bueno, gentil y me regale (o preste) esto, va a ser beneficiado por mi simpatía, amor, cariño, servidumbre, etc., etc., etc. Soy capaz de vender mi alma con tal de tener ese libro en mis manos!

Así que ya saben.... cualquier novedad, me avisan :P

martes, 24 de marzo de 2009

Estoy sola, completamente sola, sin nadie alrededor quién pueda comprender lo que me sucede. Con ganas de entender lo que pasó, lo que se necesita para ser feliz, para salir del tedio que me atormenta, del dolor. Estoy en un desierto lleno de gente, miro para todos lados, tengo que caminar hacia alguna dirección, pero no sé por donde. Todos los caminos son confusos, no se ve nada. Sólo se recuerda un sueño vago, que se esfumó con el tiempo, solo queda ese recuerdo hermoso que duró solo unos instantes... y yo, que no sé que camino tomar...

viernes, 20 de marzo de 2009

Mayo de 2008.

Estaba perdido en la máquina, es muuuy fuerte!

Muero de ganas de decirte cuanto te amo, pero el miedo y la cobardia no me lo permiten... te veo en ese video dia y noche y no puedo dejar de hacerlo... se convirtio en algo adictivo, como si ese film fuera parte tuya, como si estuvieras aca... tus palabras retumban en mi cabeza, no paro de escucharlas, son una tortura, la tortura más linda y dulce, pero la más cruel. Siento el roce de tus manos por mi cuerpo, sin embargo no estas aca, esas caricias y abrazos son el recuerdo que guardo cada vez que me tocás.

No paro de pensar en vos, todo lo que hay a mi alrededor me hace recordarte, cada sonido, cada objeto que miro o toco, cada noticia que pasan por la tele, todo me hace recordarte, me hace imaginar lo que dirias, como lo dirias, con que tono, con que mueca la acompañarias.

Por mucho tiempo pense que no podrias ser mi compañero en la vida, pensaba que no era capaz de concederte todo lo que necesitas, que no ibamos poder complementarnos, pero de un dia para otro, un cambio de actitud en vos me dio una esperanza que ahora no puedo apagar. Tengo mucho miedo de ilusionarme y que despues mi sueños no se cumplan, por eso estoy siendo demasiado prudente, y a la vez, me pasa que me da miedo ser tan prudente y perderte por no reaccionar.


jueves, 19 de marzo de 2009

El fantasma

No hay día de la semana que no voy a esa plaza, a ese banco que da a la calle y miro a la gente que pasa, me quedo mirando a la nada, o tal vez lloro un rato. A veces es mi sala de espera y llevo una revista, un diario o incluso uno de eso libros gordos que ahora leo de vez en cuando, pero que antes se superponían en importancia unos y otros. Me siento y me quedo un rato. Una hora, dos, tal vez cinco, no lo sé.
En esa plaza, en ese banco me contaste todo lo que había pasado, incluso lloraste. Esa vez te noté sincero, lleno de dolor, con angustia, pero hoy no sé que creer. Estoy confundida. No sé si ese día lo soñé o si fue producto de mi voluptuosa imaginación. Cada vez que empiezo a recordar cosas, llego a la conclusión de que tus actitudes fueron extrañas, dolorosas. Ya no importa.
Cada vez que llego a esa plaza me sucede lo mismo, al principio un poco de escalofríos recorren mi cuerpo, los flashes de imágenes de ese día se cruzan con la luz de la tarde, ese naranja fluorecente que limita la vista y me hace ver borroso o tal vez son las lágrimas. Me acomodo en el banco de madera y siento que estás, que secas mis lágrimas, que me besas.
Es tu espíritu, tu aura, tu fantasma que me toca, mientras estoy ahí sentada. Me recibí de actriz en ese banco, simulando que no pasa nada, mientras percibo tus manos entre mis piernas, mientras disfruto de lo que no fue, de lo que no es. Estas presente ahí, solamente ahí te encuentro, como si vivieras dando vueltas por esa plaza, como si tu fantasma viniera al encuentro cada vez que me siento, como si vivieras...

viernes, 6 de marzo de 2009

Resistir, aunque duela.

Era el lugar más concurrido esa tarde, toda la otra ciudad, la ciudad que estaba oculta, la que no se veía durante el día, había decidido que esa era una buena oportunidad para mostrarse. Ella estaba ahí, entre ausente y deprimida, tomando una cerveza en el bar. Miraba a la gente que pasaba, anotaba cosas sin sentido en su anotador y meditaba lo idiota que se sentía, otra vez había sido generosa y se había quedado con las manos vacías.

Él la vio, se acercó y se sentó en su mesa. Ya se conocían, no mucho, pero lo necesario como para reprocharle su estado de ánimo con un “¿Qué haces?” en un tono casi descalificativo. Ella lo miró sin darle mucha importancia, su cabeza estaba en otro lado. Le dijo “Tomo cerveza, querés?” y le acercó el porrón. Él, quién siempre decía que la cerveza le caía mal y que por eso tomaba tequila, empezó a hablar de otra cosa, como si no la hubiera escuchado, como si el porrón hubiera sido invisible.

Le preguntó que hacía ahí, porqué estaba sola, quién le había dicho que pintara su boca de un rojo tan extravagante, porque así se parecía a una puta. Ella le contestó que necesitaba salir, que se sentía sola, que estaba cansada de dar todo lo que tenía, que nunca recibe respuesta de la gente y que sus labios estaban de ese color porque necesitaba sentirse linda, aunque sabía que sus ojos estaban hinchados de tanto llorar, que el rimmel había manchado un poco más que los párpados y que parecía que tenía ojeras. Sabía que a simple vista todo el mundo la confundiría con alguien que pasó varias noches sin dormir, vagando de bar en bar en busca de algún consuelo.

Él la miró con pena. Ella le preguntó cuál era el truco para no enamorarse, para no comprometerse, si se sentía solo o no. Él le dijo “Vamos!”.

Caminaron bajo la lluvia abrazados bajo el paraguas, como si fueran una pareja de años, como si ambos tuvieran la misma edad, la edad de ella. Pero no, él un par de décadas mayor y con la actitud de un joven, solamente la protegía del frío y de la tormenta. Llegaron al destino que él había elegido, hasta donde la había guiado tomándola por la espalda y cubriéndola con esa campera.

Subieron por las escaleras de mármol, hasta la puerta de su departamento. Él todavía no había dicho cómo hacía para no enamorarse. Ella en el fondo lo envidiaba, siempre daba todo, se desvivia por ellos. Siempre terminaba sola. Él siempre eligió estar solo.

Ella le preguntó porqué la había llevado hasta ahí. “¿Me querés coger?” le siguió a la pregunta anterior. Él, largó una carcajada, aunque se le estrujó el corazón. Ella, rápidamente, lo interrogó sobre sus últimas citas, si las había llevado ahí, si iban directamente al hecho o las engatuzaba hablándoles sobre cosas banales. Si eran rubias, morochas o si tenían tatuajes en lugares insólitos. Él no paraba de reírse, se divertía con las ocurrencias de ella y le siguió el juego. Le dijo que el consorcio del edificio le pidió muy amablemente que no llevara más señoritas a su departamento, que por los gritos la gente no podía dormir, que desde hace meses tiene cuenta corriente en el telo de la esquina, que se conoce a todas las mucamas y a todos los recepcionistas, que lo invitan con copas, ya que era un cliente de “casi todos los días”. Ella esbozó una sonrisa, aunque su cara indicaba dolor, dolor en el pecho, en el corazón.

Él trajo un par de copas y varias botellas de diferentes bebidas de alta graduación alcohólica. Ella eligió la del medio. Así pasaron la noche, tomando y hablando de la vida, de lo complicado que es el amor. Recién cuando estuvo muy borracho le dijo la verdad, le respondió ese interrogante formulado en el bar. Su corazón había sido lastimado cuando era joven y desde entonces se había prometido nunca más intentar algo con alguien. Con el pasar de los años, se fue sintiendo más inseguro, más frágil por dentro y solo la idea de que pudiera llegar a querer a alguien lo aterraba. Le daba miedo. La admiraba porque siempre apostaba al amor, pero se lamentaba que no tuviera la suerte necesaria para cruzarse con esa persona que valga la pena.

Estaba amaneciendo, él le aconsejó que nunca dejara de apostar al amor, que aunque duela, sea capaz de resistir, que sino el miedo se apodera de todo y uno se paraliza. Ella le prometió que nunca dejaría de resistir, aunque a veces sintiera que se moría de a poco.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Costumbres (como uno se acostumbra a usar cosas dependiendo de las cosas que le sucedan en la vida)

Hay cosas a las que no logro acostumbrarme, o con las cuales me niego a sentirme cómoda. Casi siempre es relativo a la vestimenta o a los accesorios.
Por ejemplo, tuve (y aún lo tengo) un gran problema con los jeans. Desde los 5 hasta los 12 nunca usé un par de esos pantalones, me sentía incomoda, apretada, era una cosa de varones y yo era una nena. Como no jugaba y siempre estaba metida entre los grandes, tener una pollera o un vestido era lo más femenino, lo más cómodo y no tenía inconvenientes para moverme libremente, total nunca trepé un árbol, nunca corrí, nunca compartí demasiado.
A los 12 hubo una revolución, en mi mente claro está, empecé a darme cuenta que ya no era una nena, que estaba creciendo, que mis aventuras iban más allá de ver Discovery Channel y meterme en la conversación de los grandes y fue en ese momento cuando empecé a compartir más, a afianzar mis amistades del colegio, a ir al shopping con mis amigas y hasta ir a bailar muuuuy de vez en cuando. Mis actividades fueron otras y eso hizo que empezara a vincularme con los jeans. No los usaba muy seguido, pero ya era un avance, tuve un solo par, desde los 12 hasta 14. Y como fue una etapa muy hippie, eran oxford.
A los 15 todo cambió, comencé el polimodal, cambié de colegio, cambié de uniforme. Dejaría atrás la pollera gris tableada que me acompañó durante nueve años, por dos pares de jeans RECTOS. No eran tan feos, pero para alguien que habia pasado del hippismo (inventado, porque la verdad no sé que tenía de hippie) para empezar a adentrarse al rock rolinga, era fuerte. Los jeans deberian declararse tiro bajo y oxford, el resto era sacrilegio. Con el tiempo me acostumbré, pero le declaré la guerra a los pantalones elastizados, muy de moda por la época (todas se querían parecer a Britney, quien usaba mucho pantalon pegado al cuerpo en sus videos de entonces).
Yo venía barbaro con mis pantalones rectos, casi tradicionales, pero hace un par de años, el grito de la moda impuso un cambio. Los pantalones tipo bombilla, o chupines, como quieran llamarlos, se empezaron a ver en las vidrieras. La mayoría de esos ejemplares eran elastizados. Imaginense lo que sufrí comprar ropa, lo que me negué a verlos (y a usarlos). Practicamente los odié. Hasta que hace un par de meses directamente me compré dos pares. La verdad es que están ahí. En el placard, juntando polvo. Solamente los usé una o dos veces, no más. La verdad es que no me acostumbro, la verdad es que me niego a usarlos, la verdad es que en cualquier momento los regalo. La verdad es que desde los 5 años no cambié nada nada en este aspecto y que sigo prefiriendo las polleras y los vestidos, antes que uno de esos pantalones de tela dura.
Inconforme.

jueves, 19 de febrero de 2009

Miradas

Nunca pensé que una mirada pueda llegar a demostrar tanto. Que un par de ojos marrones puedan indicarme un estado de ánimo, una caricia y hasta las ganas de besar.
Eso me pasa con él, con su mirada. Me demuestra todo eso y más. Me produce cosas, infinitas cosas que me hacen sentir viva. Me da ternura, placer, compasión. Y me gusta que sea así.
Me gusta cuando me mira para ver como estoy vestida, cuando me mira y se muerde los labios indicando que le gusto, cuando me mira y está a punto de explotar de placer. Cuando lo hace de reojo y se sonrié pícaro mientras caminamos de la mano, deseando que no se termine más el día.

Su mirada me indica si algo anda mal, si está triste o preocupado. Si mis palabras y mis gestos no le gustan o si me pierdo en su sonrisa. Su mirada es lo más profundo que ví hasta ahora. Más profundo que el mar...

sábado, 31 de enero de 2009

Novedades

Estoy en pleno viaje, conociendo lugares nuevos y con muchas ganas de compartirlo con ustedes. Además, de no poder ni escribir mi nombre pasé a una compulsión (?) de palabras que pasan por mi mente y que necesitan ser escritas, ser mostradas a los demás. Necesitaba esta aventura, pero nunca pensé que sus efectos iban a ser tan rápidos, tan instantáneos, tan llenos de vida y alegría.
Así que armé un nuevo blog que cumple la función de Diario de Viaje. Les presento "Conociendo Sudamérica".

viernes, 2 de enero de 2009

Además...

...soy mayor de edad a partir de hoy! y lo mejor de todo es que sigo estable, sin perder la calma!