jueves, 27 de noviembre de 2008

sola, muy...

sábado, 22 de noviembre de 2008

Fucking situation.



Quiero llorar.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Mis recuerdos. (Los recuerdos de Rodolfa)

Anoche estaba sentada en el balcón, fumando del narguile que me regalaron, estaba mirando la calle, los movimientos recurrentes de la cuadra. Pasó un auto con ese tema que me volvía loca cuando iba a las clases de salsa. Me acordé del profesor, un cubano que estaba realmente muy bien, piel dorada, siempre, siempre con musculosa blanca y esos joggins que le dejaban una cola perfecta. Acordarme de él, me hizo revivir lo que había pasado entre nosotros un tiempo atrás, unos meses antes de su viaje.
En mi afán de conseguir a quién amar, el papel elegido había sido intentar parecer una persona totalmente dispuesta a todo y que se dedicaba,con ganas, a conocer nuevas culturas, -le dije que estudiaba las diferentes culturas para que cuando me tocara hacer el papel de una extranjera sea lo más verosímil posible-, "algo así como una antropóloga de las artes" recuerdo haberle dicho. Y no resultó tan mal. A las dos semanas de haber comenzado a bailar, él me invitó a cenar. Me había dado su dirección con la promesa de cocinarme un plato típico de la Habana y practicar unos pasos que todavía me costaban...
Así fue, en el día y horario acordados, fui a la dirección que tenía anotada en mi agenda. Cuando llegué al lugar y noté que el número que figuraba en el papel correspondía a lo que yo tenía en mi imaginación como "la casa de los sueños" una especie de felicidad empezó a invadirme. Era un viejo caserón con un laaargo pasillo que llevaba a un jardín interno, en uno de los costados de este jardín dos puertas, que se desplegaban hacia lo alto como dos columnas gruesas. Entramos por la puerta izquierda.
Allí, él había preparado un mesa espectacular, llena de comida. Me invitó con una cerveza y puso un poco de música para hacer más amena la incomodidad del encuentro. A los minutos trajo la comida faltante y me explicó qué era cada cosa, cómo se llamaba y cómo era la receta. Ahí me di cuenta que todo mi personaje se caía, se derrumbaba como cualquier construcción sobre arena. No tenía ni la más pálida idea de cocina. Nunca había entrado a un lugar como ese, no sabía ni para qué servía el aceto balsámico. Él notó mi falta de conocimientos culinarios, pero hizo de cuenta que nada había sucedido (creo que en el fondo se divirtió con eso). Comimos cosas muy ricas y para la hora del postre abrió un champagne.
Ya con la botella de champagne vacía, él puso unos temas que me fascinaron y me sacó a bailar. Obviamente, en ciertas situaciones tengo el sí demasiado fácil y me presté a danzar con el hombre de piel dorada y movimientos generosos. Para el tercer tema, aproximadamente, el ritmo de la música -y también el nuestro- comenzó a cambiar, se hizo más lento, más pesado.
Me empezó a besar el cuello, me dio vuelta (todo sin dejar de bailar) y siguió besándome por la espalda. Me asusté, me desprendí de sus manos y me senté en la mesa. Observé que en mi copa aún quedaba champagne. Lo tomé todo de un sorbo. Él notó mi nerviosismo y me dijo con su tono centroamericano que me volvía loca: "Tranquila chica, estas viviendo la cultura cubana, ven p'aquí a bailar conmigo". No pude resistirme y caí en sus brazos.
Fue así como volvió a besarme por el cuello, pero en vez de resistirme, acompañé sus besos con caricias. Cuando me di cuenta nuestras ropas descansaban en el sillón y nosotros nos dirigimos a su cuarto, mejor dicho, él me llevaba a su cuarto entre tropezones, besos y caricias.
En su cama, y en la hamaca paraguaya, nos matamos a besos y un poco más. El único testigo, que nos miraba fijamente, era el Che con su habano en la mano. Yo creo que incluso, desde su posición en la pared, sonreía al vernos pasarla tan bien.
Me quedé a dormir con él, pero al otro día a primera hora me estaba volviendo a casa.
Esa misma tarde, tuve sesión con mi psicóloga, quién me hizo reflexionar sobre todo lo que había hecho y lo mal que estaba ser "una chica que se deja llevar por sus pulsaciones más débiles: las pulsaciones de la carne." Eso me tuvo mal todo el día. No podía conmigo misma.
Alrededor de las diez de la noche, lo llamé presurosa, le dije que necesitaba hablar con él urgentemente, que no lo quería molestar, pero que era necesario. Quería decirle que no lo quería ver más, que todo lo que había sucedido la noche anterior era una confusión, que todo había sido producto del alcohol. Las palabras de mi psicóloga retumbaban en mi cabeza. Él me dijo que vaya a su casa que ahí íbamos a poder hablar tranquilos.
Apenas toqué el timbre, él me abrió con el portero eléctrico y me dijo que pase. Entré, pasé por el jardin, que nada tiene que envidiarle a los de Babilonia, y golpeé la puerta izquierda. Él me atendió, me hizo pasar y me llevó hasta la cocina. Pude notar que algo se preparaba en el fuego. Me invitó un vaso de agua y mientras yo bebía, él fue apagando todos los fuegos (en este momento me acordé del cuento de Córtazar: "Todos los fuegos, el fuego"), pero paradójicamente creo que había otro que estaba bien prendido y nos incendiaba. No llegué a vaciar mi vaso, cuando me lo sacó de las manos y me empujó de un beso hacia la heladera.
De la heladera me transportó al sillón, del sillón a la cama y desde la pared el Che sonreía de manera cada vez más picara. No pude decirle nada de lo que tenía pensado decirle. Solamente decidí no ir más a la psicóloga mientras esto durase.
Durante poco más de tres semanas la historia se repetía cada día por medio. Cocina- heladera- sillón- cama - hamaca paraguaya; o en su defecto hamaca - cama. La pasábamos muy bien. De a ratos hacíamos intervalos donde bailábamos algunos ballenatos, muy pero muy románticos. Todo muy lindo hasta que un día me dijo que se iba a Alemania. Y también me dijo que me quería llevar.
Mi reacción fue vestirme rápido y salir corriendo. Al instante llamé a mi psicóloga y le pedí turno urgente. Necesitaba consultar a mi doctora de cabecera (o de la cabeza mejor dicho) que debía hacer, no lo quería, no me pasaba nada con ese hombre. Solo me gustaba estar con él, pero no hubiera dejado mi país, mis ganas, mis cosas por él, por conocer un lugar que queda en el otro lado del mapa. Y que, encima, se habla un idioma totalmente difícil.
Luego de la consulta, luego de días de reflexión, le mande un mensaje de texto y le dije que no iba a ir con él, que no quería saber más nada. Que me iba a ir a misa a rezar por el por recomendación de mi psicóloga y que tenga un buen viaje!

Todo eso pasó en menos de un mes, ahora me pregunto sentada disfrutando de la brisa que pasa por el balcón, qué hubiera pasado si hubiera ido, me hubiese enamorado?

lunes, 17 de noviembre de 2008

Consecuencias

...y me convertí en una hija de puta....

jueves, 13 de noviembre de 2008

Fragmentos

"Duermo abrazándote y eso me tranquiliza.
No te imaginas cuanto bien me hacen tus caricias. " Vuelvas a casa. Coiffeur.

"Al oído te lo digo..
Me gustás" Al Oído. Coiffeur.

"Juguemos a mirarnos fijo
Juguemos a evitarnos
Me gusta cuando estás conmigo
Y lo disfruto tanto
(...)
Dibujo con crayones
Tu nombre junto al mío
Y pienso en lo nervioso que..
Me pongo cuando te veo." Hice un Collage. Coiffeur.

"no quiero que se termine
no quiero que me abandones
me olvidé de avisar
no te voy a llamar
ni una sóla vez en cuatro días
o si no mujer voy a hacer
cualquier cosa que me digas" Los Aviones. Andrés Calamaro.

"habra que ver
si la cronica Veronica reacciona,
la Veronica mitad
tiene muy poca maldad
pero esta cansada de esperar...
Media Veronica esta rota
no tiene muchos años
pero le hicieron daño.
(...)
No va a saber que hacer cuando no sople mas viento,
no sabe distinguir
el amor de cualquier sentimiento." Media Veronica. Andrés Calamaro.

"Voy a perder la cabeza por tu amor,
porque tu eres agua, porque yo soy fuego
y no nos comprendemos.
Yo ya no sé si he perdido la razón
porque tu me arrastras, porque soy un juego
de tus sentimientos.
Cuando yo creo que estás en mi poder,
tu te vas soltando, te vas escapando
de mis propias manos,
hasta ese día en que tu quieres volver
y otra vez me encuentras enfadado y triste,
pero enamorado. " Voy a perder la cabeza por tu amor. Andrés Calamaro.

lunes, 10 de noviembre de 2008

De javú!

Quiero elegir varios de mis sueños recurrentes y hacerlos dejavúes (?) constantes....

el más perfecto, el que me daría más placer sería tirar todos los controles remotos y televisores por inodoros y ventanas respectivamente.

Amén.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Llamada

Suena el teléfono, lo miro, no quiero contestar. Suena 5 veces, deja de sonar. Suena otras 5 veces, otra vez deja de sonar. El que está del otro lado aparentemente es una persona insistente: llama de nuevo. Harta de que el timbre del teléfono irrumpa mi paz, atiendo. "Te acordás de mí?" me dice. Seguramente mi cara habrá cambiado de gesto entre 3 y 5 veces. "No, no me acuerdo de vos. Tal vez porque no me dijiste quién sos." Le dije.

"Soy el Tano, con el que estuviste hace 5 años. Te acordás?" (WTF, Qué necesidad de llamar ahora???!!). "Si, me acuerdo de vos, pero la verdad, no tengo ni un poquito de ganas de hablar con vos en este momento" Le dije.

"No quiero salir, no quiero verte, no quiero saber de tu vida. No llames más." Y corté.

5 minutos después volví a mi tranquilidad, a mi paz, a mi Jack Daniels on the rocks, a escuchar esa musiquita donde las guitarras me llevan a un lugar de ensueño.
Borges vs. Walsh....


sin duda Walsh...

lunes, 3 de noviembre de 2008

Busco...

...novio, trabajo, casa, futuro, los aros que perdí la semana pasada, los apuntes del año pasado, la cordura, la buena figura que alguna vez tuve, aquel amigo al que le contaba todo, la sociabilidad que me caracterizaba, las ganas de contar anécdotas que nunca viví, etc, etc, etc...

busco, solo espero poder encontrar algo de todo esto....