Su boca es deliciosa y se disfruta más si sus ojitos de hermosas pestañas brillan a la par. Se extraña cada instante su mano reposando en el hombro izquierdo y sobre todo cuando se lee algo que se sabe que le va a gustar.
Hay distancias, hay momentos, hay sueños que lo recuerdan.
Hay distancias, hay momentos, hay sueños que lo alejan.
Hay distancias, hay momentos, hay sueños que lo vuelven un tesoro difícil de encontrar.
Es un ser que se encuentra de vez en cuando, que no está siempre, que viene y se va según su gustos y sus ganas. Que besa con miles de besos itinerantes y que duele cuando dice algo de más.
Hay distancias, hay momentos, hay sueños que lo atrapan.
Hay distancias, hay momentos, hay sueños que lo aman.
Hay distancias, hay momentos, hay sueños que lo apartan.
Él está ahí aunque no se lo vea y aunque no se lo busque siempre se presenta en alguna situación, en algún momento, en algún sueño. Y se disfrutan sus besos itinerantes y sabrosos y más si sus ojitos brillan a la par.
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